Gimnástica Segoviana

Gimnástica Segoviana

martes, 15 de abril de 2014

Memorias de una Derrota( 20 Mayo 2013)

El equipo venía de un partido en tierras briqueras, un 1-2, un resultado perfecto. Los goles allí los realizaron Daniel Salas, tras una volea desde la frontal fruto de una jugada personal; y el segundo fue obra de Daniel Abad, en un contraataque que resolvió el ariete con un disparo raso al segundo palo.
Tocaba la vuelta, tocaba rematar la faena. Estando calentando, ya llegaron los jugadores azulones, que venían concienciados en sus posibilidades, con ganas de remontar una eliminatoria contra un equipo que les dió un baño en la ida.
Tras los oportunos ejercicios de calentamiento, y las respectivas charlas técnicas, los dos equipos salieron al campo. El equipo gimnástico realizó su habitual grito, lleno de rabia y concentración: JUGAR, GANAR, LUCHAR HASTA EL FINAL. La Segoviana jugó con Velasco en portería, Comino y Ruano en los laterales, Julio e Isma en el centro de la zaga rememorando los buenos tiempos, en el medio jugaron Damián y Juan, por las bandas corrieron Salas y Adrián, y arriba salieron Dani Abad y Cesar Jumper. Todo pintaba que era el día, en día de dar un golpe en la mesa.
En la primera jugada, su mayor peligro, un jugador alto, corpulento y fuerte, que habitualmente juega en la zaga, salió en punta, con el único fin de aguantar balones largos. Cada jugada era una lucha, una pelea, una batalla que había que ganar. Cada balón importaba.
En una jugada de combinación en tres cuartos de campo, un pase fue filtrado a César, que se plantó frente al portero, y abrió el balón a Dani Abad, que, a mercer, anotó el 1-0. Todo parecía rosa, que sería un gran día.
Alrededor del minuto 25, ellos comenzaron a practicar un fútbol duro, constante y con mucha pelea, en la que en cada pelea individual ganaban a los jugadores gimnásticos. En un primer córner, un jugador al segundo palo dejó el balón dentro del área pequeña, en la que remató un jugador azulón, pero Velasco desvió en una buena intervención a córner.
En el córner concedido por aquella parada, un centro al segundo palo, propició que el número 8 consiguiera rematar, precedido de un flojo marcaje, sin tensión, y una mala salida del portero. 1-1. Comenzó el declive.
En el siguiente minuto, otro córner, con muchos parecidos al anterior, como remate al segundo palo, les dió la gloria. El 1-2, con su moral por las nubes y la segoviana rozando el Averno. Siguieron luchando, peleando, y tras varias buenas defensas los segovianos aguantaron entre rechaces y buenas intervenciones llegar al descanso con la eliminatoria equilibrada.
Nada más salir del descanso, una cabalgada de un jugador briquero por la banda derecha, acabó en un pase de la muerte que consiguió poner el 1-3 en el marcador. Los jugadores azules no cabían en sí mismos, mientras que los segovianos no llegaron a recuperarse del golpe.
Tras varias ocasiones falladas, otras varias paradas de forma admirable por el portero, se llegó al final. El fin de la temporada. Una despedida triste. Un nudo en la garganta. Los jugadores no levantaban la cabeza del suelo, tapados con la equipación, conteniendo la impotencia que surge al perder de una forma tan cruel, por pequeños detalles.
Las caras en el vestuario fueron un poema. Más de 15 minutos sin hablar nadie. No se oía nada. Todos repasaban cada jugada, en la que mentalmente pensaban si pudieron haber hecho más. Solo se escuchaba levemente los respiros agitados de un llanto que significaba haber sido eliminados de la Copa que era el objetivo de la temporada.
Sólo queda pensar que el año que viene es una oportunidad para volver a ser grandes, para demostrar todo lo que aquel sábado no se vió. Se luchará, siempre se luchará. SEGUIREMOS SONRIENDO SEGO

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