Nueva vida. Nuevas cosas

Según iba pensando en hacer una nueva entrada, me he ido dando cuenta del tiempo que hacía que no subía nada. Más de un mes. ¿Cómo puedo no haber escrito nada si desde el día que escribí la última entrada hasta hoy lo único que conservo es la ropa y mi móvil? Todo lo demás, todo, ha cambiado para mi.
El último fin de semana en España fue absolutamente perfecto.
Mis amigos, a los que debo todo, organizaron una barbacoa por la noche en casa de Burgos. Fue genial, y el mejor regalo fue pasar aquella noche con vosotros. Sois los mejores, LOS MEJORES.

Como veis llevaba cosas imprescindibles

La ultima noche en Segovia fue el día 24. Fue genial cenar como despedida con mi familia. También les debo todo el apoyo que me han dado, a Pablo, a Mamá y a Papá: OS ECHO MUCHO DE MENOS. Además unos días antes también me despedí de mis tías y de mis primos, a los que también echaré en falta muchos dias y muchas noches.

Y ya llegamos al día 25. Maletas en mano. Todo preparado y bajo las escaleras y ahí están Nacho y Burgos. Mil gracias. Un último empujón para despedirme e iniciar una nueva vida.¡Muchas gracias campeones!





Y llegué a Madrid. Tras una cariñosa despedida de mi familia en el mejor estadio del mundo, me subí a aquel autobús con muchas ganas, sin ningún miedo, aunque siendo consciente de que todo lo que he querido hasta ahora en mi vida no subía a ese autobús conmigo.

Y con los Spanadians fue increible. Esos dos días entre la vieja vida y la nueva fueron perfectos. Risas, llantos, tensión, pero con el denominador común del cariño que todos nos tenemos. Todo se encara mejor cuando tienes a alguien hombro a hombro a tu lado. Fue una pena que alguno meara fuera del tiesto, pero como el mejor desprecio es no hacer aprecio, no ahondaré en ese tema.

Y ya el avión. El aeropuerto lleno de gente, y todos nosotros pensando: "¡TIO, QUE NOS VAMOS A CANADÁ!. Tras 8 horas y media de vuelo hacia Toronto por fin llegamos, y tras pasar inmigración y cenar en  una hamburguesería del aeropuerto, cogimos el avión que nos trajo a Winnipeg.

Y allí estaban, cartelito en mano, esperándome mi nueva familia. Como los quiero. Son perfectos. Me ayudaron con todo y me fui a dormir porque con esto de los cambios de hora llevaba ya cansancio acumulado, demasiado.

Y los primeros dias todo fue genial. Realmente es como vivir en una pelicula. Las calles parecen el 742 de Evergreen Terrace, solo falta Ned Flanders cortando el césped. Jugué al beisbol, me bebí un fresisuis, cené por ahí, y fui al centro comercial.

En cuanto al fútbol estoy en contacto con un equipo, el NorthWest FC, para unirme a ellos y seguramente también juegue para Los Huskies, el equipo del instituto.

Y el día 2 comencé. Tras varias luchas por conseguir tener las asignaturas que quería, estas son las que finalmente he conseguido tener:

1er Semestre:
Quimica, Artes Graficas(Diseño), Matemáticas, Producción cinematográfica, Biología y Educacion Fisica.

2ndo Semestre:
Inglés: Focalizado en Comprensión, Fotografía, Asuntos Globales, Física, Historia de Canadá.

El instituto parece de pelicula. Taquillas, pasillos interminables, mensajes en las paredes. Me siento en High School Musical.

No es muy dificil el temario, la unica un poco más complicada será Artes Gráficas porque nunca antes lo he estudiado, pero seguro que la puedo sacar bien adelante. En todo estoy muy contento, con los internacionales ya tengo buenas amistades y ahora estoy empezando a entablar alguna que otra amistad con compañeros canadienses. Todo va sobre ruedas. Paso a Paso.

También hago voluntariado en la Iglesia Social donde mi Host Family va los domingos. Es bastante entretenido.

Hoy he ido al Zoo de excursión y he visto... ¡UN OSO POLAR!

Bueno amigos, pues asi es mi vida canadiense ahora. Cualquier cosa que cualquiera necesite no he cambiado el número asi que sigo con el español. Os dejo ya, no sabéis lo que echo de menos todo, cualquier detalle de mi casa, de Segovia, de la Segoviana o de España.

Álvaro el Canadiense